Presenta Taller de Danza Contemporánea y Arte del Cuerpo energético espectáculo

“Desocupado, vacío, desierto, ausente, deshabitado, hueco”. Con estas palabras fue como inició la presentación artística por parte del Taller de Danza Contemporánea y Arte del Cuerpo, de la FES Cuautitlán, dirigido por el profesor Héctor Eduardo Tovar Cano, que mostró al público su más reciente creación.

Cuando el escenario se llenó de humo y se iluminó con luces que otorgaron un toque de misticismo al entorno, uno a uno de los bailarines subió el escenario, usando atuendos blancos y minimalistas que dieron sentido propio a la representación. Comenzaron con movimientos cautelosos y sutiles, como si fuera una actuación  en cámara lenta. 

Cuidando sus poses, los gestos se enaltecieron con el maquillaje, que hizo resaltar sus expresiones gracias al resplandor impactado directamente en sus rostros. La música lenta y suave jugó un papel importante, pues los bailarines siempre estuvieron acoplados con el sonar de la melodía, y completamente coordinados transitaron de derecha a izquierda y de arriba abajo. 

En el vaivén de la coreografía, los espectadores permanecieron atentos en las butacas del Auditorio de Extensión Universitaria, ya que el acto contó con una complejidad en cuanto a la narrativa; sin embargo, la satisfacción del público fue evidente al ovacionar el final del primer acto. 

En el segundo episodio, que se distinguió totalmente del anterior, constó de una aparición de los tres bailarines ataviados con una vestimenta más cotidiana. Los movimientos fueron más marcados y enérgicos, por lo cual la postura resultó más firme y el semblante reflejó mayor seguridad. 

En medio de todo este cambio, la ambientación dejó la suavidad, dando espacio a un ritmo más acelerado, el cual ocasionó un incremento en la agilidad de los pasos, ruedos y saltos. Los intérpretes se desplazaron con mayor rapidez en el escenario e intercalaron sus números. 

Después de esta transformación tan abrupta, los asistentes aplaudieron el término de esta presentación que dejó un buen sabor de boca a todos los que pudimos apreciarla. Queda claro que la danza es un arte que cubre gran parte de los registros, tanto visuales como auditivos, puesto que la melodía se vuelve un elemento muy importante, con su ritmo y cadencia, al igual que el baile.

Jesús Mauricio Betancourt

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