Talento y color para conmemorar el Día Internacional de la Danza
Desde 1982, por iniciativa del Consejo Internacional de la Danza de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO), cada 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza, fecha elegida para honrar el natalicio de Jean-Georges Noverre, considerado el más grande coreógrafo de su época y el creador del ballet moderno.
Para conmemorar esta efeméride, el Departamento de Difusión Cultural organizó la presentación estelar de los Talleres de Danza Contemporánea y Arte del Cuerpo y Danza Regional de Campo Uno: Ballet Folklórico Nei Tsibi, junto al grupo invitado, la Compañía de Danza Folklórica Matlacihua, del Instituto de la Juventud (INJUVE) de la Ciudad de México.
El escenario se montó en la explanada principal de Campo Uno, donde el Ballet Folklórico Nei Tsibi dirigido por el profesor Víctor Hugo Vallejo Ildefonso, subió al entarimado para rendir un homenaje a “México a través de sus danzas y bailes”. De modo que los integrantes salieron enfundados en trajes típicos de la danza azteca, con enormes y coloridos penachos, acompañados del sonido de los ayoyotes y las sonajas de guaje que se escucharon cada vez que marcaron un paso. Para finalizar el número realizaron con una ceremonia ritual en la que encendieron el copal.
Este recorrido coreográfico pasó por los sones jarochos “La Bruja”, “María Chuchena”, “El Cascabel” y “Veracruz”. Luego siguió Jalisco con su tradicional “Jarabe Tapatío” y “El son de la Negra”, hasta llegar a Mazatlán con “El Toro Mambo”.
Posteriormente, la Compañía de Danza Folklórica Matlacihua contagió con su alegría durante su actuación en la danza de los viejitos, deleitando a los presentes con sus ocurrencias, pues hicieron una “viborita” unida por bastones, pasearon entre el público. Al término de este número, los bailarines concluyeron enredados y derrumbados en el piso por el cansancio luego de la exigente rutina.
Para finalizar, el Taller de Danza Contemporánea y Arte del Cuerpo, bajo la dirección del profesor Eduardo Tovar Cano, empleó este arte como un medio de protesta con “Cruel”, coreografía en la que representaron la crudeza del feminicidio en México. Esta función demostró que en la danza no todo es júbilo, también puede provocar emociones que invitan a la reflexión.
Martha Guadalupe Díaz López