Alumna del Taller de Teatro recibe una mención honorífica en el FITU

El Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU) fue creado hace 30 años como una plataforma de impulso, reflexión y estímulo para y por los estudiantes de Teatro y Artes Escénicas, en la cual docentes, alumnos, especialistas y personas dedicadas a la investigación se observan y comparten experiencias  sobre lo que acontece dentro de las escuelas de teatro. 

En esta edición Virginia Parra Hernández, quien desde hace ocho años forma parte  del Taller de Teatro “Antonio González Caballero”, obtuvo una mención honorífica en este festival, en la Categoría B (Nivel licenciatura sin especialidad en teatro), por su destacada participación en “Amanda y la noche”, la propuesta que presentó el grupo representativo de la Facultad.

Esta obra, autoría del maestro Antonio González Caballero, retrata la esencia femenina desde un lado oscuro, cuya trama se desarrolla a través de la actuación de cinco mujeres que transitan por diferentes etapas de la vida. De acuerdo con Virginia, el  papel que le otorgó esta mención que reconoce el trabajo más destacado es el de una madre inaguantable de aproximadamente 40 años, cuya personalidad raya en la locura. 

Sobre este reconocimiento, la alumna expresó “Esta mención es maravillosa, no soy actriz de profesión, pero como parte de este grupo tan sólido he recibido diversos reconocimientos, uno de ellos Talento FES 2020 cuya presentación de un performance me otorgó el primer lugar. Nunca pensé que tendría la oportunidad de transmitir emociones al público, en ocasiones hacerlo reír puede resultar sencillo, pero crear en ellos un sentimiento de enojo o resentimiento es otra cosa”.  

Después de una vida dedicada a la enseñanza de inglés, Virginia comenzó su incursión por el mundo de las artes, recordando su llegada a la FES Cuautitlán en 2013 para unirse al Taller de Creación Literaria. Un año más tarde tuvo la oportunidad de graduarse como cuentacuentos por el Museo Universitario del Chopo. Más adelante conoció a la profesora Magdalena Copca Santana, responsable de Enseñanza Artística, quien despertó en ella la pasión, disciplina y el placer por el teatro.

Relató que integrarse al Taller de Teatro le mostró el valor de la constancia, puesto que el trabajo arduo de su profesora le exigió esfuerzo y perseverancia. De igual forma, revivió los momentos que le provocaron más vergüenza y dijo “ahora comprendo que el temor es natural y el ridículo es agobiante, pero una vez que pasa todo es más sencillo”.

Actualmente, Virginia está por cumplir 60 años y se encuentra inmensamente agradecida con la vida, con sus maestros y compañeros. Además, comentó que seguirá haciendo teatro y  buscando la forma de contagiar su pasión por este arte.

 

María Dolores Elizondo Alvarado

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