De la FES Cuautitlán a la World Gymnaestrada

Considerado uno de los eventos deportivos internacionales más importantes del mundo, cada cuatro años la World Gymnaestrada promueve la “Gimnasia Para Todos” (GPT) y el intercambio cultural en un evento no competitivo. Para su décimo séptima edición reunió a 19 mil participantes, provenientes de 56 países, en los Países Bajos, donde todo comenzó hace 70 años.

Entre los asistentes estuvieron presentes Astrid Andrea Ángeles Carrillo y Francisco Yakin Herrera González, estudiantes de la generación 12 y 15 de la licenciatura en Bioquímica Diagnóstica de la FES Cuautitlán, como parte de Halcones UNAM, un equipo integrado en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 9, que tras año y medio de entrenamiento se dio cita en Ámsterdam para vivir la experiencia en la máxima cita de la GPT.

La preparación fue ardua e implicó el compromiso de los estudiantes, quienes con gran satisfacción manifestaron que esta experiencia mereció todo su esfuerzo. “Estábamos cansados, nos dolían las piernas, teníamos sueño, renunciamos a nuestro tiempo libre, a las reuniones con amigos y la familia, tuvimos que mantenernos al día con la escuela pero estar en la World Gymnastrada valió cada sacrificio”, comentó Francisco.

Astrid relató que sintió mucho orgullo por representar a la UNAM y a México en un evento de esta magnitud, especialmente porque este año nuestro país fue invitado por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) para participar en la Gala de  la Unión Panamericana de Gimnasia, una ceremonia que anuncia el inicio de la actividad y tiene como finalidad resaltar los valores de los pueblos, es por eso que cada performance debió reflejar la identidad cultural del país.

Coordinados por cinco entrenadores,  Astrid y Francisco, junto con otros 30 gimnastas, presentaron una coreografía de tres minutos cuya temática fue la travesía hacia el Mictlán, el inframundo de las culturas prehispánicas y el lugar de descanso eterno para las almas de los fallecidos.

Posteriormente, los universitarios tuvieron que presentarse por una semana completa ante un estadio olímpico lleno de entusiastas de esta disciplina, aunque esta vez con una coreografía de 10 minutos que incluyó acrobáticos, cargadas y elementos de danza contemporánea. Al cuestionarlos sobre las dificultades que tuvieron que enfrentar, comentaron que el ensamble fue lo más difícil, ya que todos los participantes tienen rutinas diferentes.

Hoy, ambos aseguran sentirse satisfechos con su participación y se plantean la posibilidad de asistir nuevamente a esta celebración, porque “el ambiente que se vive es de compañerismo y, sobre todo, porque es un evento deportivo recreativo especial, por lo cual el goce es mayor”.

Finalmente, agradecieron a quienes les brindaron su apoyo para estar ahí y destacaron que uno mismo es quien se pone límites o trabas para no realizar lo que desea. “Lo más importante para disfrutar algo es quitarte el miedo, los fracasos son para quienes no lo intentan. Dejen de asegurar todo en su vida, no sabemos lo que somos capaces de lograr, háganlo con el corazón y las cosas se van a dar”, señaló Francisco.

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